Programas de Siembra de Nubes
En Mettech realizamos el diseño, implementación y operación de Programas de Estimulación de Precipitaciones, utilizando la metodología de inyección de Yoduro de Plata en la nubosidad, tanto en forma terrestre como aérea, comprendiendo todos sus etapas necesarias.
Nuestros principales usuarios son el Estado, la agricultura, la minería, la generación hidroeléctrica y los servicios de agua potable.
- Definición del área objetivo y su correspondiente estudio climatológico.
- Construcción e instalación de la red de generadores terrestres de yoduro de plata.
- Aplicación de Programas tanto con fines operativos, es decir con la finalidad única de aumentar la caída pluviométrica en un lugar determinado, como también con fines de investigación o estudio.
- Diseño de la red de estaciones: macrozonificación preliminar y la microzonificación definitiva.
- Operación y mantenimiento del Programa.
- Evaluación de Resultados
- Los objetivos pueden ser tanto para mitigar los efectos de una sequía puntual, como también para variar la climatología de zonas de escasez natural de agua, como zonas semiáridas.
Preguntas Frecuentes
Algunas preguntas frecuentes sobre nuestros servicios
No hay evidencia que sugiera que la siembra de nubes genere impactos ambientales negativos significativos en el medio ambiente. Las mediciones realizadas desde la década de 1950 indican que la cantidad de yoduro de plata depositada en un área objetivo después de un proyecto de siembra de nubes de larga duración esta alrededor de 500 veces por debajo de la cantidad que se sabe que es tóxica para plantas, animales, árboles o Humanos. De echo resulta prácticamente imposible detectar cualquier acumulación de plata por encima de las cantidades naturalmente presentes en el medio ambiente. Las investigaciones se siguen desarrollando en la actualidad, pero aun sin encontrar evidencia de daño o peligro.
Frecuentemente se piensa que la siembra de nubes roba lluvia al vecino. Este error se basa a menudo en la creencia de que hay humedad limitada en la atmósfera. El vapor de agua está siempre presente en la atmósfera. Los cálculos señalan que del total de humedad disponible en una nube, solo el 1% cae a tierra en forma de precipitación. Por ello, si la siembra de las nubes genera un aumento de aproximadamente un 10% en una zona, sólo el 0,1% del balance hídrico se verá afectado en esta zona limitada. Varios estudios sobre el impacto de la siembra de nubes en las zonas que se encuentran a favor del viento de las áreas objetivo deseadas han indicado que la precipitación tiende a aumentar y nunca a disminuir, ya que el efecto de la siembra puede beneficiar zonas de hasta 300 kilómetros de distancia.
No. La siembra de nubes no tiene ninguna relación con los llamados "chemtrails”, ataques químicos o estelas químicas. De hecho la existencia de estos "chemtrails" tiene muy pocos fundamentos reales. Lo que llaman chemtrails son en realidad "estelas" o senderos de nubes creadas por la condensación de humedad en los motores de los aviones en grandes altitudes. Estas estelas son inofensivas ya que es solo vapor de agua y no tienen en absoluto relación con la siembra de nubes. Estos senderos se observan normalmente en días despejados, cuando no se llevará a cabo la siembra de nubes. Los núcleos de siembra de nubes de fuentes terrestres o aéreas no producen tales nubes visibles. Los proyectos de siembra de nubes se realizan en completa transparencia, dado que existen estudios que avalan la seguridad al medio ambiente y su operación es de dominio publico.
Existen rumores, sobre todo en España, de que los aviones de siembra de nubes evitan que precipite o disipan las nubes. Este idea es totalmente equivocada, los proyectos de siembra de nubes siempre buscan aumentar la precipitación, que es el objetivo fundamental de cualquier agrupación, institución o empresa que contrate estos servicios. Ya sea contratado por Agricultores, Mineras, Hidroeléctricos o Gobiernos, todos obtienen beneficio económico al disponer de mayor cantidad de agua. En relación a los proyectos de Control de Granizo, lo que buscan es generar una mayor cantidad de granizos pero de menor tamaño, para así reducir los daños por los impactos al caer, y que además, se ha percibido un aumento en la cantidad de la precipitación en estos casos. Sobre la disipación de nubes para favorecer el turismo, que se habla en algunos medios de prensa informal de internet, hasta el momento no se conocen sistemas que tengan esos resultados, ni la capacidad técnica de algún país para disipar nubes. Los únicos registros de intento de evitar que llueva fueron realizados en Beijing para las olimpiadas de 2008 y para la celebración del 1 de Mayo en la Plaza Roja de Moscú. Para ser eventos tan aislados, los resultados aparentemente fueron positivos, pero se utilizó una cantidad de Yoduro de Plata gigantesco, para sobresaturar la nubosidad (8 toneladas en China) y solo evitaron la precipitación por algunas horas y en una superficie muy reducida de Beijing. Por el contrario, para aumentar la precipitación, la dosificación que cada equipo emite a la atmósfera fluctúa entre 6 a 12 gramos de yoduro de plata por hora, cantidad ínfima respecto de la que se utilizó para evitar la lluvia.